21.6.08

21.06.08


... quiero apretar rápidamente el acelerador y huir de ese recuerdo. Pero yo no me dejo engañar esta vez y llamo de vuelta a ese recuerdo para retenerlo. Repito: en la ventana, entre las begonias, está la cara de Zdena con su enorme nariz y Mirek siente dentro de sí un amor inmenso.

¿Es posible?

Claro. ¿Por qué no iba a serlo?¿O es que el débil no puede sentir por el feo un amor verdadero?

Le cuenta cómo se rebeló contra el padre reaccionario, ella despotrica contra los intelectuales, tienen ampollas en el trasero y se cogen de la mano. Van a las reuniones, denuncian a sus conciudadanos, mienten y se aman. Ella llora la muerte de Masturbov, el gruñe como un perro rabioso sobre el cuerpo de ella y no pueden vivir el uno sin el otro.

La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella, la borró igual que el departamento de propaganda del partido borró a Clementis del balcón en el que Gottwald pronunció su discurso histórico. Mirek es un corrector de la historia igual que lo es el partido comunista, igual que todos los partidos políticos, que todas las naciones, que el hombre. La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad. El futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se reescriben las biografías y la historia.

¿Cuánto tiempo estuvo en aquella estación?

¿Y qué significó aquella parada?

No significó nada.

La borró inmediatamente de su pensamiento, de modo que ahora mismo ya no sabe nada de la casa blanca con las begonias. Cruza el campo a toda velocidad y no vuelve la vista atrás. el espacio del mundo ha vuelto a ser un obstáculo que dificulta su actividad.


Milan Kundera - El Libro de la Risa y el Olvido

1 comentario:

Unknown dijo...

La cita más perfecta que podías sacar de ese libro... Es muy loco que la hayas flasheado con lo mismo eh. Menos mal que estás leyendo a Nick Hornby y no a Karen Horney, sino que lindo quilombete mental se arma eh jaja.